Erótica y Materna
Hoy quiero, a brochazos de pintor aficionado, hablar sobre la identidad Femenina. Eso de que estamos viviendo un tiempo de crisis de identidad, tanto masculina como femenina, no es nuevo para nadie y es algo también de lo que ya nos hemos dado cuenta todos. Se ha puesto en cuestión el fundamento antropológico esencial del ser humano que es la alteridad sexual, hombre-mujer.
La primera vindicación de los derechos de la mujer se dio en 1792, en la que se buscaba defender los derechos y deberes de la mujer en igualdad con los hombres en el ámbito publico. Había nacido entonces un Feminismo de equidad, puro y noble que luchaba por el derecho a la educación de las niñas por ejemplo y más adelante luchó por el derecho al voto que se consiguió con el apoyo de los hombres. Con la Revolución del 68 se pasó de luchar por un Feminismo de equidad para luchar por un Feminismo funcional, en el que busca eso, la igualdad funcional del sexo masculino y femenino, incluso en el ámbito reproductivo y biológico.
En el ambito publico las mujeres vamos fenomenal, vamos a la Universidad, tenemos cargos directivos… vamos que estamos triunfando, esto no lo podemos negar. Pero en el ámbito privado, el Feminismo funcional nos ha vendido la idea de que la mujer triunfadora es la que es capaz de renunciar a la maternidad, poniendo en primer lugar el trabajo, identificando la labor con los hijos como algo degradante o humillante y como consecuencia hoy en dia las mujeres estamos ¨castrando¨ nuestro lado materno.
Por muchos años yo viví tremendamente frustrada porque tuve tres hijos y en mis planes no estaba esto de quedarme en casa por un tiempo para estar con ellos. Mi mamá incansablemente me animaba a enamorarme de mi labor de madre, porque ella misma tuvo cinco hijos, trabajó 100 % y siempre se lamentó de no haber estado con nosotros tanto tiempo como ella hubiera querido. Claro está que en su momento no lo veía como un valor el quedarse en casa, y tampoco en su momento había políticas en las empresas que permitieran que las mujeres trabajaran 50%, o de poder renunciar a un puesto con la tranquilidad de saber que se podría incorporar de nuevo al mundo laboral.
Una mujer equilibrada es una mujer que lo quiere todo, una mujer erótica y materna, que quiere desarrollar su lado profesional y su maternidad como lo explica la neuropsiquiatra Mariolina Ceriotti. Ceriotti apela a una mujer-madre que ejerce con orgullo su maternidad y no renuncia a su pleno desarrollo profesional y personal.