Darle importancia al pasado, no vale la pena

El pasado es un cubo lleno de cenizas. No vivas en el ayer ni en el mañana, sino aquí y ahora.
— Carl Sandburg

Declarar que todavía no pienso en el pasado sería un engaño no solo para quien esté leyendo esta reflexión, si no también para mi, porque creo que es natural que pensemos en el pasado, nos da tanto recuerdos lindos como recuerdos que quisiéramos propio borrar de nuestra historia. 

Por eso quisiera hablar hoy de aquellos recuerdos del pasado que nos pueden hacer perder tiempo, nos quitan energías y a veces no nos dejan continuar en la vida porque permitimos que nos limiten. 

Como tantos, he sido una de esas personas que le he dado vueltas al pasado, pensando una y otra vez, lo que hice, lo que no hice, porque lo hice, lo que me perdí allí o allá, a veces pienso que es como un círculo que no para de dar vueltas y que cuando finalmente se para, quedo super mareada y desorientada. 

He perdido mucho pero mucho tiempo pensando en el pasado, sobretodo en mis errores, permitiendo que ese sentimiento negativo de frustración me limite en el presente, permitiendo a ese pensamiento cegarme y no dejarme ver las posibilidades que tengo a disposición en el presente y lo que puedo hacer con ellas. 

Pensar en continuación en un pasado en donde solamente existen nuestros fracasos y malas decisiones no vale la pena, y esto lo he aprendido después de muchos años, y durante esos años vivía en una constante rabia contra mi misma por haber perdido tanto tiempo y no haber trabajado en lo que tenía en el presente. 

En mi experiencia, después de tantas lecturas sobre los pensamientos negativos y qué hacer con ellos, aprendí que para no darle importancia a las malas decisiones del pasado, habría entonces que aceptarlas y aprender de ello, y esto fue lo que más me costó a mi, aceptar mis errores. 

Es inútil volver sobre lo que ha sido y ya no es. Frédéric Chopin

Día tras día me recordaba lo que había hecho y lo que pude haber hecho, y me costó muchísimo mirar al pasado con otros ojos, con los ojos del perdón, pero hacia mi misma, y de aceptar que aunque me perdí de mucho, si continuaba así, me perdería aun más de oportunidades y experiencias. 

He aprendido con el tiempo a mirar el pasado con una actitud más positiva, incluso a sonreírle, porque a pesar de las malas decisiones, me ha dado igualmente la oportunidad de aprender a reconocer lo que hice mal y a meditar cómo hacerlo mejor para no caer en el mismo error. 

Y creo que el pasado es para eso, para recordarlo no con tristeza ni con rabia, más de recordarlo con la disposición de aprender y reconocer que hicimos mal pero que igual la vida continúa y nos está dando la oportunidad de hacer las cosas mejor. 

El presente es lo que tengo en mis manos y depende de mí lo que haga con ello, el pasado está fuera de mi alcance y querer agarrarlo de nuevo me traerá más tristeza y desiluciones. 

Te invito a perdonar tu pasado, a mirarlo con una actitud más positiva, a aprender de él y de aprovechar lo que tienes en manos para hacer las cosas mejor y no caer en los mismos errores.

Mira al pasado solo para recordar lo que te trae alegría, lo demás, no vale la pena.

En lo pasado está la historia del futuro.
— Juan Donoso Cortés
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