Mamá, eres aburridísima, sólo piensas en estudiar y en limpiar

Monte Tamaro, Ticino. Capilla Santa Maria de todos los Angéles.

Como nos pueden enseñar nuestros hijos a conocernos y ser mejores personas, es increíble. El otro día mi hija Laura me dijo que yo era una mama aburridisma, que solo pensaba en limpiar y estudiar. Estas palabras me dieron durísimo y se me rompió el corazón. Como les voy a trasmitir pasión por la vida a mis hijos si no hago cosas divertidas? Claro, como yo ya me divertí, pase rico, algunas veces no tan sanamente como hubiera querido, y hoy en dia no necesito mucho para estar bien y contenta, pues me habia olvidado de mis hijos. No es que no hiciera cosas con ellos, pero siento que me faltaba el sentido trascendental de la diversión. No nos divertimos solo para quemar el tiempo o para distraernos de nuestras obligaciones, tampoco nos divertimos para no pensar a lo mejor en aquello que deberíamos dedicar unos minutos de reflexión. Nos divertimos para agradecer, para apreciar el hecho de estar vivos. Nos divertimos para contemplar la maravilla de la creación, en invierno con la nieve y en el verano con el mar.

Pues ahora que estamos de vacaciones a divertirnos un poco más. Pero no les miento que a veces cuesta, hoy por ejemplo que hicimos? la compra. Vaya por Dios, de diversión nada, yo feliz por que algo menos en mi to-do list, la tan monótona compra de cada semana, y ademas lo mismo de siempre: leche, pan, cereales, verduras, frutas y uno que otro dulce para alegrar alguna de esas tardes en las que las horas no terminan nunca.

Pues ala, ¡ha divertirse para agradecer!